Un día te enseñaré esta carta y los dos sentiremos que te la escribí a ti aunque no te conocía.
¿Sabes? Alguien me dijo ayer que tú no existías, que tenía que bajar mis expectativas si quería encontrar una pareja pero, ¿sabes algo?, estoy muy seguro de que existes, te imagino riendo a carcajadas junto a mi mientras perseguimos el sol en el amanecer. Te imagino llorando en mi pecho por películas conmovedoras y saltando en mis brazos en las películas de acción.
Nos imagino una tarde abriendo una botella de vino mientras comemos pasta y filosofamos sandeces de la vida, hasta nos imagino hablando de lo que no nos gusta del otro y haciendo esfuerzos por cambiarlo.
Imagino que seremos el mejor equipo del mundo, una dupla invencible, listos para luchar por los sueños del otro, para aconsejarnos y apoyarnos. Nos imagino defendiéndonos de algún malintencionado, nos imagino creyendo en el otro y siendo el más grande fan del otro.
Viajando por el mundo, riéndonos de todo y de nada, apreciando juntos las maravillas que se pueden ver con los ojos y las que se miran con el corazón.
Se que estás ahí. Y yo no desespero. No me urges, no tengo prisa. Mientras, trabajo en mi para ser mi mejor versión cuando tú llegues. Mientras, me libero de mis fantasmas por que quiero regalarte un hombre feliz, libre y en paz, no un saco de miedos temores y desconfiado.
Te quiero desde ya, cuídate mucho y abrígate por que hace frío!