Tengo que confesarlo. Siempre he sido muy afortunado en lo personal y en lo profesional también.
En lo que concierne a mi carrera profesional, he contado con la oportunidad colaborar con algunas de las más importantes empresas y he tenido el privilegio de aprender de los mejores profesionales en América Latina y en el mundo también. Y me siento profundamente agradecido por esto.Después de todo, recuerdo que desde la preparatoria, mi sueño era desarrollarme en este medio. Y sí, mi sueño se cumplió, pero no solo por fortuna sino por un enfoque claro, asumir riesgos, trabajar duro con pasión y dedicación. Pero la cosa con los sueños es que siempre hay uno nuevo. Siempre hay un nuevo objetivo que lograr y una nueva meta a la cual llegar.
Hace unos años (4 ó 5 para ser más exacto) mi sueño se había convertido en poder incrementar el alcance de mi trabajo. Entonces una de las más importantes puertas en mi carrera profesional se abrió.
Dos años más tarde, mi sueño mutaba a poder continuar en el camino de la formación y el entrenamiento para ayudar a desarrollar el talento de los profesionales de esta industria que tanto me ha dado y la puerta se abría de nuevo, ahora para cambiar de equipo e integrarme al área de entrenamiento y capacitación; probablemente el más arriesgado movimiento que haya hecho hasta ahora en mi carrera. Desde un punto de vista el más atinado cambio y desde el otro, discutiblemente, el peor error de carrera que jamás haya cometido. Por un lado tenía la oportunidad de adquirir nuevas habilidades profesionales y desarrollar nuevas competencias que, sin duda, hoy me ayudan a continuar con mi sueño. Por el otro dejaba de lado toda la influencia con que contaba en el brazo comercial de este nueva aventura que decidi tomar; riesgo difícil de asumir y privilegio menos fácil de abandonar, pero aún así dí un paso más hacia la realización de mi sueño.
Y como es común con los sueños ya se comenzaba a formar uno nuevo: la creación de una plataforma de colaboración de algunos de los más destacados profesionales de marketing y comunicación quienes, además de ser responsables de algunas de las más importantes campañas, marcas y medios digitales en México y Latino América, comparten también la vocación y la pasión de desarrollar el talento de la industria en nuestro país.
Entonces, compartiendo el sueño con mi socio y amigo asumiendo ambos el enorme riesgo que implicaba; escuchando, con dos granos de sal, a mas críticos de los que quisiera contar; y dispuesto a las largas horas de trabajo adicional que esto representaba, pero creyendo firmemente en este gran sueño; de la combinación de una red social de nicho, de un programa de radio por internet y de la pasión por compartir y aprender.
Entra entonces al juego, la sincronizidad.
Sincronizidad, es la experiencia de dos o más eventos que aparentemente no están relacionados entre sí; que son poco probables de suceder a la vez; y que, sin embargo, al ocurrir, son vistas como si hubiesen sucedido intencionalmente juntas, explicaba en los años 20 el psicólogo Suizo Carl Jung.
“Synchronicity is the coming together of inner and outer events in a way that cannot be explained by cause and effect and that is meaningful to the observer”. Carl Jung.
Aún recuerdo esa importante sesión que tuve con mi coach respecto a mis pasos a seguir, mi plan de acción y mis fechas límites para hacer que todo sucediera; y recuerdo también los consejos que amigos, algunos importantes figuras del medio, que en esos momentos dejaban la vida corporativa para convertirse en emprendedores, me compartieron.
No todo fue miel sobre hojuelas debo decir. Mi rol, ahora despues de estar varado en la universidad de Ingenieria a Licenciatura ha sido todo un espectaculo.
Al no aceptar este movimiento mi rol perdía peso a pasos agigantados y la brecha entre el impacto que tenía mi trabajo como Estudiante y emprendedor adjuntando la parte maniatica de quedarme a escribir en los blogs y actualizando los perfiles y posteando tarugada y media. Y la necesidad de una sana separación era para todos más que evidente.
En lo que concierne a mi carrera profesional, he contado con la oportunidad colaborar con algunas de las más importantes empresas y he tenido el privilegio de aprender de los mejores profesionales en América Latina y en el mundo también. Y me siento profundamente agradecido por esto.Después de todo, recuerdo que desde la preparatoria, mi sueño era desarrollarme en este medio. Y sí, mi sueño se cumplió, pero no solo por fortuna sino por un enfoque claro, asumir riesgos, trabajar duro con pasión y dedicación. Pero la cosa con los sueños es que siempre hay uno nuevo. Siempre hay un nuevo objetivo que lograr y una nueva meta a la cual llegar.
Hace unos años (4 ó 5 para ser más exacto) mi sueño se había convertido en poder incrementar el alcance de mi trabajo. Entonces una de las más importantes puertas en mi carrera profesional se abrió.
Dos años más tarde, mi sueño mutaba a poder continuar en el camino de la formación y el entrenamiento para ayudar a desarrollar el talento de los profesionales de esta industria que tanto me ha dado y la puerta se abría de nuevo, ahora para cambiar de equipo e integrarme al área de entrenamiento y capacitación; probablemente el más arriesgado movimiento que haya hecho hasta ahora en mi carrera. Desde un punto de vista el más atinado cambio y desde el otro, discutiblemente, el peor error de carrera que jamás haya cometido. Por un lado tenía la oportunidad de adquirir nuevas habilidades profesionales y desarrollar nuevas competencias que, sin duda, hoy me ayudan a continuar con mi sueño. Por el otro dejaba de lado toda la influencia con que contaba en el brazo comercial de este nueva aventura que decidi tomar; riesgo difícil de asumir y privilegio menos fácil de abandonar, pero aún así dí un paso más hacia la realización de mi sueño.
Y como es común con los sueños ya se comenzaba a formar uno nuevo: la creación de una plataforma de colaboración de algunos de los más destacados profesionales de marketing y comunicación quienes, además de ser responsables de algunas de las más importantes campañas, marcas y medios digitales en México y Latino América, comparten también la vocación y la pasión de desarrollar el talento de la industria en nuestro país.
Entonces, compartiendo el sueño con mi socio y amigo asumiendo ambos el enorme riesgo que implicaba; escuchando, con dos granos de sal, a mas críticos de los que quisiera contar; y dispuesto a las largas horas de trabajo adicional que esto representaba, pero creyendo firmemente en este gran sueño; de la combinación de una red social de nicho, de un programa de radio por internet y de la pasión por compartir y aprender.
Entra entonces al juego, la sincronizidad.
Sincronizidad, es la experiencia de dos o más eventos que aparentemente no están relacionados entre sí; que son poco probables de suceder a la vez; y que, sin embargo, al ocurrir, son vistas como si hubiesen sucedido intencionalmente juntas, explicaba en los años 20 el psicólogo Suizo Carl Jung.
“Synchronicity is the coming together of inner and outer events in a way that cannot be explained by cause and effect and that is meaningful to the observer”. Carl Jung.
Aún recuerdo esa importante sesión que tuve con mi coach respecto a mis pasos a seguir, mi plan de acción y mis fechas límites para hacer que todo sucediera; y recuerdo también los consejos que amigos, algunos importantes figuras del medio, que en esos momentos dejaban la vida corporativa para convertirse en emprendedores, me compartieron.
No todo fue miel sobre hojuelas debo decir. Mi rol, ahora despues de estar varado en la universidad de Ingenieria a Licenciatura ha sido todo un espectaculo.
Al no aceptar este movimiento mi rol perdía peso a pasos agigantados y la brecha entre el impacto que tenía mi trabajo como Estudiante y emprendedor adjuntando la parte maniatica de quedarme a escribir en los blogs y actualizando los perfiles y posteando tarugada y media. Y la necesidad de una sana separación era para todos más que evidente.
Y es que como dije al principio, los sueños sí se cumplen, pero hay que trabajar con pasión, claridad y dedicación para hacerlos realidad; y estar dispuestos a asumir los riesgos que realizarlos puede implicar, porque definitivamente el mayor riesgo sería no arriesgarse a hacer nuestros sueños realidad. Sigue soñando y actúa. Porque nadie más que tú puede dedicarse a hacer tús propios sueños una realidad. ¿Y ustedes en qué están soñando hoy?