Un Currículum Vitae es tu primera tarjeta de presentación. Asegura que esté impecable en términos de estilo. Un poco más de esfuerzo se traduce en mucho más ventaja.
Los elementos de forma o estilo del Currículum Vitae son tan importantes como el contenido del mismo. Un reclutador, al recibir cientos o quizá miles de hojas de vida para una sola vacante, busca optimizar su tiempo de selección de candidatos. En este caso le dedica en un principio tan sólo 30 segundos a cada documento; tiempo en el cual literalmente lo peina. El formato o la forma en que se presenta la información es, por lo tanto esencial para lograr crear un impacto inmediato en la persona responsable del reclutamiento y selección.
La información la debes de presentar en una secuencia lógica. En otras palabras que facilite identificar los elementos clave de tu perfil. Al redactar tu Currículum Vitae se concreto, conciso y directo. Evita palabras excesivas. Menos es más. Una vez que elaboras tu documento, revísalo varias veces y recortar todas las palabras innecesarias.
A continuación mencionamos los elementos clave de estilo:
1. No uses verbos pasados en primera persona como implementé, diseñé o elaboré. Al redactar de esta manera tus enunciados sugieres indirectamente que eres una persona ególatra, que busca continuamente reconocimiento personal y que no sabe trabajar en equipo. Está claro que tu intención no es sugerir lo anterior al emplear estos verbos pero debes de recordar que no es lo proyectas sino lo que el reclutador percibe.
2. Utiliza tipografía patinada. La mayoría de las hojas de vida utilizan letra sin patín. El argumento de muchos es que son tipografías más modernas. Sin embargo, está comprobado que es más fácil leer texto extensos con letra patinada que sin patín. Por su parte, emplea un mismo estilo de tipografía a lo largo del documento. Puedes jugar con tamaños pero no es recomendable mezclar tipos de letra.
3. Emplea letra de color negro. No uses múltiples colores para enfatizar ideas a lo largo del Currículum Vitae. El negro es un color sobrio y profesional.
4. Evita usar líneas divisorias. Muchas empresas escanean las hojas de vida. Es decir, las pasan por un lente óptico inteligente que está programado para identificar cifras, palabras y conceptos clave y en ausencia de encontrarlos, una mano mecánica simplemente descarta el documento sin que una persona lo lea. Las líneas confunden el lente óptico. Igualmente, complican la legibilidad del documento cuando se le saca copias foto estáticas o se envía por fax. Finalmente, distraen la lectura.
5. Evita usar sombras. Las sombras de grises a lo largo del documento provocan el mismo efecto que las líneas divisorias.
6. Limita la aplicación de negrillas, cursivas y subrayado. Usa estos estilos sólo para enfatizar ideas clave. He notado que mucha gente usa negrillas para todo restándole énfasis a lo que es realmente importante. Usa estas aplicaciones para enfatizar ideas cortas como palabras clave o cifras, pero no para ideas completas.
7. No justifiques el texto. Al justificar un texto el procesador de palabras insertar espacios adicionales entre las letras para empujar las líneas más cortas y alinearlas con las largas. En este caso los espacios aleatorios hacen más tediosa la lectura.
8. En el caso de utilizar una copia impresa, usa un papel de color marfil para diferenciar tu Currículum Vitae entre los cientos que recibe el reclutador. El papel, a su vez se recomienda que tenga un contenido mínimo de algodón de 25% o que sea de mayor gramaje. Este papel es más elegante y habla mejor de ti como profesional. Por su parte, muchos reclutadores simplemente hojean los documentos con el dedo y en el momento en que detectan un papel distinto al tradicional “Bond” blanco, separan este; y
9. Asegura no tener ningún error ortográfico o tipográfico. No se acepta ni un solo error. Si el documento tiene un error, sugerirá al reclutador que no tienes atención al detalle. Evita riesgos y no confíes solamente en el corrector ortográfico ya que muchas palabras pueden estar bien escritas ortográficamente pero mal empleadas en el contexto de la oración. Revísalo personalmente o pide a otra persona que lo revise ya que es costumbre que cuando generas un error tu mente tiende a registrarlo como correcto y cada vez que lo vuelves a revisar lo tiendes a pasar por alto. Por tanto, el que otra persona lo revise es importante porque podrá detectar errores que probablemente tu mente u ojo pase por alto.