DESCUARTIZANDO UNA MENTE MILLONARIA

La regla número 1 de la Riqueza: “nunca (jamás) pongas techo a tus ingresos”.

Pero empecemos por el principio (este es de esos episodios que primero te muestran el final y luego te ponen una frase del tipo: una semana antes…):

¿Cuántas veces hemos comentado en el blog y en otros cientos de blogs y libros la famosa frase: “estudia, saca buenas notas, una carrera y consigue un trabajo fijo con un buen sueldo”? Pues una vez más: Esta frase, que popularizó Kiyosaki (creo) como un gran obstáculo para conseguir el éxito y la riqueza, será el centro sobre el que girará la trama de hoy.

“Estudia, saca buenas notas, una carrera y consigue un trabajo fijo con un buen sueldo… y vivirás feliz y tranquilo toda tu vida”… No me voy a molestar en “desacreditar” nuevamente la frase. Ya sabemos, gracias al ejemplo de nuestro amigo J., que no es un buen consejo si queremos conseguir nuestros objetivos financieros. Es un consejo “antiguo”, de otras generaciones… ¿Por qué digo esto (por enésima vez)? – No lo digo yo, lo dice J.: “No hay nada malo en obtener un sueldo fijo… a menos que interfiera en tu capacidad de ganar lo que mereces. El problema es que, generalmente, interfiere.

Bob, los suyos y sus mentes pobres prefieren que se le pague un salario fijo a cambio de sus horas. Es una cuestión básicamente de seguridad. Necesitan la seguridad de que tal día como todos los meses les entrará tal cantidad de dinero (exactamente el mismo día y la misma cantidad). Vivir “al cobijo” de dicha seguridad es vivir basándose en el miedo subconsciente de conformarse con lo justo para sobrevivir… algo así como: “me da miedo no obtener los beneficios que necesito y no poder ganar lo suficiente de acuerdo con mi rendimiento”. Tener un trabajo y sueldo fijo está muy bien  (insisto) pero el problema es que, sin darse cuenta, están pagando un alto precio: La riqueza.

Nuestro a migo J. trabaja para él. La mente rica prefiere que se le pague según los resultados que ella misma produce. Si al principio no se puede conseguir “a tiempo completo” (digamos) podemos empezar a “tiempo parcial” hasta que, poco a poco y con esfuerzo, podamos dedicarle la mayor parte de nuestra capacidad  a dicho concepto de “obtener ingresos en función de los resultados”. Por esto J. trabaja para él y/o trabaja a comisión y/o trabaja por un % de beneficios y/o posee acciones con participaciones, etcétera, etcétera… y ¡ojo! Que nadie piense que esto es fácil y que hay garantías de éxito… nada de eso… en el mundo financiero (y en cualquier “mundo”) las recompensas son, generalmente, proporcionales al riesgo.

Pero J. y su mente rica cree en sí mismo, en su valor y en su capacidad de generar ingresos. Bob y su mente pobre no… por eso necesitan creer en las “garantías”… por esos se sienten cómodos con la ya famosa frase del comienzo del capítulo, que repetiré por última vez (hoy al menos): “estudia, saca buenas notas, una carrera y consigue un trabajo fijo con un buen sueldo… y vivirás feliz y tranquilo toda tu vida”…

El problema de esta estrategia para Bob y sus similares es que no se dan cuenta de que están jugando “a la ruleta rusa” con el mayor activo que existe: el tiempo, ¡ojo! (y ya van dos “ojos”) siempre visto desde la perspectiva del que quiere conseguir la Libertad Financiera. Y digo esto porque la estrategia consiste en canjear todo su tiempo durante un mes para que el día tal cobrar tal dinero (como se comentaba antes). Y está claro que para cualquier estrategia, incluida la de J. (la que seguimos nosotros) también necesitamos “invertir” tiempo… pero invertir y canjear es diferente…

Pero volvamos a fijarnos en la estrategia de la mente pobre: canjear el dinero por tiempo. Enseguida nos daremos cuenta de un fallo de base: que el tiempo es limitado. Esto se traduce en que invariablemente estamos “atentando” contra la regla número 1 de la Riqueza (ya ha pasado una semana, jejeje): “nunca (jamás) pongas techo a tus ingresos”. Si elegimos, como Bob, cambiar nuestros 30 días mensuales por el sueldo estamos cargándonos casi todas las posibilidades de ser ricos.

Si decides trabajar para ti, te darás cuenta de que “lo que vales” ya que “estarás ganando exactamente lo que te mereces”… consejo que, aún viniendo de la boca de J., no consigue apaciguar a los Bobs, a los que es obvio que les aterroriza comprobar su “verdadero valor en el mercado”… a causa del miedo. Miedo que no es más que una programación mental; viejos condicionamientos que nos inculcaron (directa o indirectamente) en el pasado y que nos hace pensar que es “normal” que se nos pague en función del tiempo empleado… y, a veces, ni se nos ocurre plantearnos siquiera la posibilidad de que sería mejor que nos pagasen en función de los resultados.

El capítulo de hoy termina con una pequeña anécdota de J.: Cuando era más joven y estaba aprendiendo y probando maneras de conseguir sus objetivos de riqueza, unas veces con más suerte que otras, pero encaminado a lo que hoy es su presente – sus padres le preguntaron – hijo, ¿cuándo vas a conseguir un trabajo de verdad? – a lo que respondió – ¡Pues espero que nunca!… (El Padre Rico de Kiyosaki añadiría – Buena respuesta, nunca te harás rico trabajando para otro por un salario convencional. Si vas a buscar un empleo, asegúrate de que te paguen por resultados. ¡Si no trabaja para ti!).